El Centro: Historia
Cincuentenario
En el curso 2010-2011 nuestro centro cumplía 50 años como instituto, hito importante para Mieres, concejo, y para la comarca. Por nuestras aulas han pasado generaciones y generaciones de alumnos que han tenido la oportunidad de abrir puertas a un futuro con esperanza por la importancia que la educación, como recurso, tiene en la vida de las personas. Quienes hayan sabido aprovechar los medios, desde los años sesenta hasta nuestros días, son hombres y mujeres de provecho tanto para nosotros, los mierenses, como para Asturias y España: el “Bernaldo de Quirós” está en primera fila desde que empezó su andadura hasta nuestros días, y mantiene aquel principio de la primera directora, Carmen Bobes Naves, quien decía que el instituto se creó no para facilitar el aprobado de los malos estudiantes, sino para formar bien a los buenos.
Y además este instituto ha sabido adaptarse a las nuevas exigencias propias de una sociedad cambiante, y ofrece a sus alumnos todos los itinerarios académicos que les abren las puertas a diferentes posibilidades como señero que es en la comarca del Caudal. Sin olvidar que dispone de todos los medios materiales propios para definirlo como centro por excelencia de Mieres adaptado al siglo XXI: padres, profesores y alumnos saben de las consecuencias positivas aportadas a los rendimientos académicos por el uso generalizado de las nuevas tecnologías, imprescindibles para la vida en este mundo al que los entendidos denominan aldea global.
Además de esta realidad académica, quienes por motivos diferentes están con nosotros en esta geografía de pasillos gozan del espíritu que aúna tradición y modernidad, vestido por el arte que define nuestras paredes, nuestros despachos, nuestros aularios. El palacio, sede del centro, dignifica la enseñanza pública, básica para un mundo mejor, equilibrado y en paz. Otros cincuenta años del “Bernaldo de Quirós” en Mieres traerán lo mismo que éstos que acaban de pasar: educación y progreso para unos alumnos que el día de mañana serán hombres de provecho por tener el mismo centro, el mismo instituto, a su disposición y con el mismo lema aunque sean personas diferentes quienes lo escriban, como hacemos nosotros ahora.